sábado, 9 de octubre de 2010

el viento

El tiempo ha sido más bueno conmigo que con mis hermanos. A mi hermana, la tierra, le han clavado bardas, talados sus hermosos cabellos verdes y contaminando sus bellos ojos azules.

A mi otra hermana, la luna, desde que un mortal llamado Julio Verne soñó con viajar a ella, el hombre siempre ha querido conquistarla. La pobra hasta una bandera tiene.

En cambio a mi me han dejado ser. Sí también me han contaminado pero al final soy el silencioso compañero de estos que se creen dueños de mis hermanos. Me la paso haciendo travesuras y escuchando plegarias.

Yo soy aquel que separa un beso indebido o puedo jugar al cupido empujando a los tímidos. Puedo ser ese suspiro que te hace falta en momentos difíciles y que entra en todo tu cuerpo haciéndote sentir mejor al instante.

Sin embargo paso desapercibido. Escucho con atención todo lo que dicen, estoy a la vez con todos y con nadie. He acompañado a las criaturas de este mundo desde sus inicios.

Pero muy pocos se detienen a escuchar al aire y sus sabios consejos.

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